jueves, 30 de abril de 2009

Árboles centenarios

Hoy en día como todo está en Internet, decidí pasearme por mi pueblo, Alpuente, y me encontré una referencia a un árbol centenario (o milenario según los autóctonos) que se llama La Juana, es una sabina, o como se dice en mi pueblo una trabina. Quedan pocos bosques de sabinas por aquí.
Ese árbol o al menos quiero creer que es ese, el más antiguo según los del lugar, pertenece o mejor dicho pertenecía (creo que está moribundo por la acción de un rayo) a mi familia, de mis bisabuelos pasó a la familia de una tía abuela mía (Blasa hermana de mi abuela Francisca).
Aún recuerdo aquellas fiestas de Baldovar, dónde todos los jóvenes nos reuníamos en su casa, cita obligada antes del baile para todos los mozos y mozas, porque su marido, mi tio Vicente, era capaz de contar chistes hasta el amanecer mientras comíamos unas pastas y bebíamos un copita de orujo o similar.
Pero a lo que íbamos ese árbol tiene historia, que puede ser real o literaria, porque hace referencia a él Alfons Cervera, en su libro Maquis. Al pie de dicho árbol se encontraban uno de los maquis protagonistas de la novela (Miguel?) y su mujer (se llamaba Juana?) de las Yeserías (me imagino que nombre literario de la Yesa), encuentros románticos y revolucionarios. Este libro (en estos momentos perdido en mi biblioteca o en alguna de las de mis amigos) para mí fue muy entrañable, porque es leer ¡en un libro! la descripción de lugares por los que has paseado en tu infancia y adolescencia mientras cuenta la dura historia de gentes que vivieron, y/o murieron en tan turbulenta época. Vicente, mi entonces compañero de despacho, tenía una tia abuela que había conocido a Ojos azules (uno de los maquis que aparece en la novela). Todos compartimos algo al leer ese libro (yo de Alpuente, Floreal de Landete y Vicente de Sot de Chera).

La presencia de una sabina siempre me recuerda esa historia y ese árbol, por lo que representa de larga vida enraizada en la tierra, por las cosas que habrá visto y vivido y todo lo que nos podría contar. También recuerdo la conversación con un amigo "el loco" (en el sentido más bien arquetípico del término en lo que se refiere a la libertad e independencia, como el loco del tarot) que comentando la edad de dichos árboles, me dijo: que él si que tenía más de mil años, no sé si su intención fue la de una broma o fue una respuesta inconsciente. Pero de pronto lo vi como esos árboles, con unas profundas raíces y sentí que era tan cuerdo que podía permitirse el lujo de ser un loco. Y me asusté, y para quitar hierro al asunto e intentando seguir la broma le dije "en cuántas vidas" a lo que me respondió que 13, que las 12 primeras le habían enseñado a vivir pero murió joven, la número trece, iba a vivir muchos años porque ya había aprendido. Para lo cuál ya no tuve respuesta, pero algo dentro de mí se removió y me quede pensando y observándole sentí que era cierto; tenía más de mil años y proyectaba una larga sombra donde cobijarse.
Me he quedado con las ganas de conocer que le había pasado en esas doce vidas anteriores.
Pasado cierto tiempo, no sé si su fortaleza viene de ese profundo conocimiento de si mismo que da la tierra (el contacto con la naturaleza, especialmente la montaña) o simplemente era una forma de estar a la defensiva en un mundo tan frívolo como el actual. O esta visión crítica nace de mi miedo a perder mi coraza mientras intento aprehender lo que de verdad importa.
Todo esto me recuerda uno de los libros favoritos de mi adolescencia, Las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, en especial el licenciado vidriera con el que me sentía tan identificada. ¿Estoy empezado a perder mi armadura?

Intentaré poner alguna foto de la famosa sabina, si puedo escanearla, para muestra una muy bonita de las sabinas que están entre la puebla de San Miguel y Losilla de Aras.
Las cartas de la imagen del loco pertenecen al Tarot de Marsella y al de Osho respectivamente, pero en ambos tarots el significado es el mismo, al menos siguiendo la idea de los arquetipos de Jung. Aunque prefiero la representación del loco de Osho.

sábado, 25 de abril de 2009

Despedidas y despedida de Gloria

Hay una constante en mi vida, que creo importante, pocas veces me ha tocado despedirme de gente, ya sea porque se marchan, porque nuestra amistad se rompe o porque decido seguir otro camino (este caso se ha dado más a menudo), pero en la mayoría de veces la vida me ha dado oportunidad de despedirme. El hecho de despedirse de alguien que seguramente no volverás a ver, o que si lo ves ya no será lo mismo, a mi me reconforta, me gusta no dejar cosas pendientes.
Gloria se marcho el lunes de Pascua (13 de Abril) in the evening (me ha gustado como suena por la tarde en inglés).
Estando en Madrid un poco aturdida, porque me acaba de enterar de que me había confundido de día, y tenía que tomar una decisión si me volvía o posaba el día en Madrid, y me llamo JC con la noticia, lo que me dejo un poco más aturdida si cabe.
Pero me había despedido el domingo dejando un mensajito en su blog, porque la note sin energía (en su blog expresaba algunos de los momentos a lo largo de estos meses entre el hospital y su casa). Un mensajito que pretendía ser como un pequeño abrazo y que quizás ni le dio tiempo a leer.
Gloria y yo vivimos prácticamente dos cursos juntas en nuestra época de estudiantes, con otras compañeras, ambas de carácter fuerte tuvimos nuestros momentos malos y buenos. Pero del que más me acuerdo, fue qué en que estando las dos un poco depres nos fuimos con Pp a tomar algo y acabamos más allá que acá y la hora que nos costo volver a casa (vivíamos a 300 metros) entre risas y esa sensación de que cada paso que das te cuesta una eternidad...........
Luego cada una siguió su marcha, yo me quedé en el Poli y ella se fue a la UJI, y prácticamente no nos volvimos a ver hasta el año pasado (25 aniversario de informática) y nos intercambiamos nuestros blogs y algún que otro mensajito, hasta que hace unos meses cayó enferma y nos hemos comunicado entre blogs....

Gracias Gloria por tu comentario a mi foto, he firmado para que pongan tu nombre en la UJI, estás preciosa en la foto que han enviado para solicitar las firmas y me estoy debatiendo entre ponerla o no ponerla aquí.

Un Beso y un abrazo, se que ha sido muy duro, pero tenías que luchar y para los fuertes siempre es más duro.

viernes, 10 de abril de 2009

The Visitor

Una película de Tom McCarthy, que ha resultado ser una pequeña joya. Gratamente sorprendida por esta sencilla y bonita película que me emocionó tanto.
Habla de revoluciones, de revoluciones internas, de personas que en un momento determinado estan hastiadas de su vida, ya no tienen interés por el trabajo, por la vida, están en un camino sin salida y necesitan una solución inesperada.
Es lo que se denomina pensamiento creativo, dónde se necesitan soluciones que no se adaptan a lo establecido ni son racionalmente lógicas. Esto aplicado a la vida cuando necesitas algo que rompa estereotipos, una nueva oportunidad que haga pedazos la rutina en la que estás inmerso. Una rutina de la que muchas veces no eres consciente, pero que de alguna forma te está apagando la vida. Y de repente te encuentras en una situación que te da la oportunidad de elegir entre romper con todo o seguir viviendo de manera anodina. Pequeñas revoluciones que nos permiten recordarnos que estamos vivos, y que aquello que pensábamos irrenunciable, es lo que nos mantenía prisioneros.

Otra historia parecida y diferente es la bella película de Roberto Faenza, Sostiene Pereira, basada en la novela del mismo título de Antonio Tabucchi, dónde también habla de revoluciones personales...................

Yo en estos momentos me encuentro en un cruce dónde estoy abierta a una de esas revoluciones, asustada y sorprendida a la vez por eso me resulta tan difícil hablar de ello y tan pobre todo lo que intento escribir.........quizás en otro momento.