
Mis lecturas y pensamientos más públicos. Con algún que otro comentario sobre alguna película u otros eventos.
viernes, 23 de enero de 2009
La clase

martes, 20 de enero de 2009
Un consejo: un libro
Me acabo de percatar que mi forma de consolar o de dar una palmadita en la espalda, a un amigo, es recomendar un libro, no precisamente un libro de auto ayuda.
Un libro que permita mirar desde otro ángulo, otra vez la importancia del punto de vista.
Hay gente que cuando la conozco me inspira un libro, y en cuanto encuentro la ocasión, lo recomiendo, lo presto o lo regalo dependiendo del grado de confianza.
Será qué los libros son una metáfora de ese cúmulo de vivencias, sensaciones, emociones y sentimientos tan difíciles de expresar?
Un libro que permita mirar desde otro ángulo, otra vez la importancia del punto de vista.
Hay gente que cuando la conozco me inspira un libro, y en cuanto encuentro la ocasión, lo recomiendo, lo presto o lo regalo dependiendo del grado de confianza.
Será qué los libros son una metáfora de ese cúmulo de vivencias, sensaciones, emociones y sentimientos tan difíciles de expresar?
lunes, 19 de enero de 2009
Tú rostro Mañana

Es el título de un libro de Javier Marías, más bien de una trilogía de la cuál solo he leído completo el primero, el segundo anda por ahí perdido entre las estanterías esperando un reencuentro y el tercero todavía no lo he comprado. Pero no quería hoy hablar del libro de Javier Marías, si no de la foto que adjunto.
La foto es de aquellos años de la facultad de físicas (principios 1982), de hecho estoy sentada en el suelo, seguramente en delegación de alumnos, debajo de la ventana. Fue el regalo de Ángel para comenzar este nuevo año, pues de todas las fotos que me hizo por aquel entonces nunca vi ninguna. Siempre me decía que era muy difícil captarme y que no le acaba de gustar como salía y de repente 27 años después decide sacar una a la luz (parece ser que hay más pero yo todavía no las he visto) por qué? La verdad, es una buena pregunta que todavía no he tenido oportunidad de hacerle.
Cuando recibí la foto me asusté, era incapaz de reconocerme en esa joven que parece tan frágil y que está tan triste y me mira. Cada día desde entonces me miro un ratito intentando adivinar si hay algo hoy en mi expresión de la que fui o más interesante todavía si hay algo en la mirada de esa niña que permita adivinar lo que soy.
Y me miro y me acostumbro a mirarme pero no acabo de encontrarme.
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