Todavía me sorprende comentarios del tipo, "una chica sólo tiene ciertos intereses ya sea por montar en bici, bucear hacer escalada, estudiar una carrera para encontrar una pareja, o porque le gusta un determinado chico" y me sorprende que este tipo de comentarios lo sigan haciendo mujeres inteligentes y que han desarrollado su propia carrera profesional al margen o en paralelo a su vida familiar. Todos, o al menos eso creo yo, en algún momento determinado hemos echo algo porque alguien nos interesa, seamos hombres o mujeres. Y mi cabeza andaba pérdida en estos pensamientos cuando recordé que en mi adolescencia casi no existían libros que hablaran de la adolescencia de las chicas, y muchos sobre la adolescencia de los chicos. Por ello, dada mi curiosidad por todo lo que pasaba por mi cabecita, tuve que recurrir a ese tipo de lecturas: dónde la mujer era un mero decorado que servía de telón de fondo para los verdaderos protagonistas de la historia: los chicos adolescentes. Pensando en ello me di cuenta las pocas películas y libros interesantes hay/había sobre mujeres.
Y como si la realidad me quisiera llevar la contraria en estos últimos días me he encontrado y re-encontrado con películas estupendas en las que las protagonistas son mujeres fuertes, tolerantes y que admiten sus debilidades y las de los demás. Algún ejemplo de ellas son:
- Antonia una película de Marleen Gorris que representa la vida tranquila de está mujer y su familia que quiere vivir su vida de acuerdo a sus ideas. Me encanto en su momento y me volvió a encantar anoche que la hicieron en la dos.
- Qué tan lejos, de Tania Hermida. Una española, Esperanza de viaje por ecuador acaba haciendo un viaje con Teresa una ecuatoriana que quiere llegar a una ciudad para hablar con un amigo. A lo largo del camino se van encontrando pintorescos personajes.
- Pérsepolis, la película que como ya comenté el comic en una entrada anterior no voy a comentar nada.
- La joven Jane Austen de Julian Jarrold. Que cuenta los inicios como escritora y como mujer de Jane Austen.
Creo que las mayores diferencias entre hombres y mujeres las seguimos encontrando en ese "tufillo" machista que todavía queda en la sociedad, en la que a las mujeres se las educa para ser madres, y si hace falta que puedan trabajar para ganarse la vida, pero sólo si hace falta. Y esta política es buena para algunos hombres porque temen la competencia de las mujeres. Por ello creo que es una tarea tanto de hombres y mujeres, con las ideas claras, el fomentar que "una mujer no es un objeto, ni pertenece a su padre, ni a su marido" y que "un marido puede en algunos casos ser una carrera profesional, pero hay mujeres que prefieren otro tipo de carreras profesionales y no por ello son menos mujeres"
PD: Leo este discurso lo comento con mis amigas y me dicen que eso está obsoleto, pero miro a mi alrededor y me sigo encontrando con que es tan cierto como hace años con la diferencia de que ahora es más sutil y nosotras mismas muchas veces no queremos verlo. Cuestión de orgullo o serán los tiempos que corren?
PD: Prometo ir añadiendo películas y libros dónde nosotras también somos protagonistas