martes, 11 de septiembre de 2007

El Prestigio / El Ilusionista


The Illusionist es una película de Neil Burger y protagonizada por Edward Norton. Básicamente es la historia de un mago, en la que nada es lo que parece. Creo que es interesante por lo menos a mi me gustó.

Por otra parte

EL TRUCO FINAL (EL PRESTIGIO)
(The prestige) es una película de Christopher Nolan y protagonizada por Hugh Jackman y Christian Bale (sabéis que fue el protagonista de la pelí El imperio del sol de Spielberg). Esta película muestra la competencia que se establece entre dos magos por hacer el mejor truco. Es interesante ver hasta donde puede llegar el deseo del truco perfecto.

Y por qué comentar estas películas ahora, cuando la primera la ví este invierno y la otra al principio del verano, pero en dvd en casa. Simplemente porque me acordé de un amigo que todos o casi todos conocéis, en adelante el Mago.

El Mago necesita un público entregado que crea y aplauda todos sus trucos, una que en su inocencia, mire sorprendida cada nueva actuación. Hasta que un día la pérdida de inocencia y el cariño, que piensa compartido, hace que corra sonriente y confiada hacia el mago y le diga: ¡Ya he entendido el truco! Entonces, el mago recoge sus cosas y desaparece en busca de un público más entregado. De esta forma una es consciente de que no ha perdido toda la inocencia, si hubiera sido así, aunque hubiera visto el truco, hubiera aplaudido como una espectadora entregada y de esta forma quizás el mago hubiera continuado en su farsa.

¿Miedo a perder la inocencia es lo mismo qué miedo a conocer?

Esto me lleva a aquellas noches en el banquito de la estación de campamento en Paterna (el trenet(1980/81), hoy el tranvía ) donde Miguel y yo hablamos de la felicidad que supone la completa inocencia. No la llamabamos así, pero era el susto que teníamos ambos dos de nuestra infinita curiosidad, de alguna forma envidiabamos al pastor que en el monte con sus ovejas no conoce otra forma de vida que la bucólica. En cambio, nosotros habíamos caído en la trampa de una curiosidad infinita, que nos llevaba a buscar y necesitar siempre saber más y más. Aunque yo siempre discrepaba un poco, porque presentía que de haber sido pastores nos hubiera gustado siempre ir cada día un poco más lejos y tarde o temprano hubieramos dejado las ovejas, el monte............

Por miedo que nos dé, qué agradable es la inteligencia y conocer en lo posible cada día un poquito más.

Esto se lo dedico a los amigos cuyo nombre empieza por la M como el Mago, aunque aparentemente nada tienen en común, me ha parecido interesante tener constancia de esa extraña conexión.

A los amigos cuyo nombre empieza por A, por la J (o P), la L etcc tendrán que esperar ......

PD: Todo esto me recuerda la novela de Henry James Otra vuelta de tuerca , (del inglés The Turn of The Screw).

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